lunes, 14 de septiembre de 2015

Vivir para el trabajo

En nuestra sociedad, los individuos buscan constantemente su identidad, y para esto necesitan realizar una acción la cual vincule este entrometimiento a la transformación de la materia a una categorización o valoración social.
Por este hecho es que el trabajo pasa a sentirse parte de la sociedad, comprendiendo trabajo como la labor remunerada en todas las actividades humanas. Lo problemático de esta cuestión es que la modernidad ha complejizado de tal manera su estructura social, en el sentido de la institucionalización y formalización de determinadas visiones de la labor humana. Mi crítica va a que nuestras actitudes hacia el trabajo son irracionales, pues damos por supuesto la naturaleza buena en sí misma del trabajo que nos conlleva a valorar distintos tipos de trabajo de modo diferente. ¿Es el trabajo actual un freno social institucionalizado hacia el individuo? ¿Se ha negado el buen ocio por una producción en serie?

Pequeño peripatético.

No hay comentarios:

Publicar un comentario