«Si me encontrase una lámpara maravillosa y
pudiese pedir un deseo, pediría tener una cara normal en la que no se fijase
nadie.»
-Agustus.
Agustus Auggie Pullman es un niño de
10 años que tiene una deformidad en su rostro. Como el dice, no detallará como
es, ya que, lo que sea que uno se imagine, es mucho peor.
Él empezó a recibir clases en casa, porque sus padres temían
que ir al colegio le afectara mucho. Sin embargo los padres deciden
reconsiderar esta opción pues quieren que su hijo se sienta como alguien
normal. Así que deciden enviarlo al colegio.
La historia comienza ahí. Su vida en el colegio, cómo hace
amigos, y cómo se siente tan cómodo en su fiesta del año favorita, Halloween,
en donde puede ser como cualquier otro tan solo ocultándose tras una máscara.
Cuando supe de la historia de este libro no quize leerlo, ya
que pensé que iba a ser un libro trágico, y triste. Sin embargo es todo lo
contrario. Es un libro muy alegre, dentro de las circunstancias, y me hizo reír en muchas ocasiones.
Lo que no me gusto de este libro es la forma en que se
narra. Está narrado por distintos personajes, lo cual a veces sirve para ver
cual es el punto de vista de otro implicado. Pero esta vez, los narradores no
son tan importantes. Narran compañeros de Agustus que no tienen nada que ver
con la situación de la que se está hablando, lo que hace que la historia quede
estancada en un hecho mucho tiempo.
Es un libro sencillo de leer, y no muy extenso. También es
bueno para los que quieren empezar a leer en inglés ya que su vocabulario es
fácil de entender.
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